Literatura Española del Siglo XVI

2.- Poesía del Primer Renacimiento

2.1.- Boscán y Garcilaso

2.1.2.2.3.- Sonetos

SONETO V

Escrito está en mi alma vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma mismo os quiero.

Cuando tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir, y por vos muero.

Puedes ver abajo un par de videos de Youtube con versiones musicales de este soneto. La primera muy clásica, en forma coral, de Randall Stroope (1953) y la segunda moderna, de Vicente Monera (ilustrada con imágenes demasiado románticas para mi gusto). Ambas pueden servir de ejemplo de la actualidad de este hermoso poema del siglo XVI

https://www.youtube.com/watch?v=R0xtyjJ8eYo

https://www.youtube.com/watch?v=Q4P73Vbxx6M

SONETO X

¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas,
dulces y alegres cuando Dios quería!
Juntas estáis en la memoria mía,
y con ella en mi muerte conjuradas.

¿Quién me dijera, cuando en las pasadas 5
horas en tanto bien por vos me vía,
que me habíades de ser en algún día
con tan grave dolor representadas?

Pues en un hora junto me llevastes
todo el bien que por términos me distes, 10
llevadme junto el mal que me dejastes.

Si no, sospecharé que me pusistes
en tantos bienes porque deseastes
verme morir entre memorias tristes.

SONETO XIII

Rubens: Dafne y Apolo

A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el oro escurecían;

de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aun bullendo estaban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.

Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.

¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!

[Puedes comparar el dolor melancólico de este soneto renacentista con la versión barroca de Quevedo, desmitificadora, cínica y satírica, si pinchas aquí]

SONETO XV

Si quejas y lamentos pueden tanto
que enfrenaron el curso de los ríos,
y en los diversos montes y sombríos
los árboles movieron con su canto;

si convertieron a escuchar su llanto
los fieros tigres y peñascos fríos;
si, en fin, con menos casos que los míos
bajaron a los reinos del espanto:

¿por qué no ablandará mi trabajosa
vida, en miseria y lágrimas pasada,
un corazón conmigo endurecido?

Con más piedad debría ser escuchada
la voz del que se llora por perdido
que la del que perdió y llora otra cosa.

 

SONETO XXIII

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena 5
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado 10
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.

[Este tema deriva, según Herrera, de Ausonio y de la Oda 10 (Libro IV) de Horacio cuyas traducciones puedes leer si pinchas aquí. También dice Herrera que Garcilaso traduce a Bernardo Tasso, y ya en pleno Barroco Góngora hizo su propia versión; puedes ver los tres textos aquí.

Puedes ver también la evolución de este tema tópico en manos de Fray Luis de León, ya en el segundo Renacimiento, en su oda VI, De la Magdalena.

Asímismo, puedes comparar la métrica, ritmos y musicalidad de Garcilaso con un soneto del Marqués de Santillana y comprobar lo que se ha avanzado en el soneto en 75 años, pinchando aquí]

La música que escuchas es la versión coral del soneto que hizo Francisco Guerrero (1528-1599), un gran compositor español del siglo XVI, nacido poco antes de la muerte de Garcilaso. Así puedes ver otra forma de expresión, la musical, relacionada con el poeta. Abajo tienes también un enlace de la misma versión musical con imágenes renacentistas, que fusiona tres artes: pintura, música y literatura.

https://www.youtube.com/watch?v=87mTj8qtOVg

También puedes oír en el siguiente enlace una versión reciente de Miguel Aranda, cantada en Barcelona el 2011, que demuestra la pervivencia de este soneto.

SONETO XXV

¡Oh hado secutivo en mis dolores,
cómo sentí tus leyes rigurosas!
Cortaste’l árbol con manos dañosas
y esparciste por tierra fruta y flores.

En poco espacio yacen los amores,
y toda la esperanza de mis cosas,
tornados en cenizas desdeñosas
y sordas a mis quejas y clamores.

Las lágrimas que en esta sepultura
se vierten hoy en día y se vertieron
recibe, aunque sin fruto allá te sean,

hasta que aquella eterna noche escura
me cierre aquestos ojos que te vieron
dejándome con otros que te vean.