ANTECEDENTES EN SANTILLANA (1398-1458): Sonetos
fechos al itálico modo
VI
El agua blanda en la peña dura
faze por curso de tiempo señal,
e la rueda rodante la ventura
trasmuda o troca del geno humanal.
Pazes he visto aprés grand rotura,
atarde tura el bien nin faz'el mal;
mas la mi pena jamás ha folgura
nin punto çessa mi langor mortal.
Por ventura dirás, ydola
mía,
que a ti non plaze del mi perdimiento,
antes repruevas mi loca porfía.
Di, ¿qué faremos al ordenamiento
de Amor, que priva toda señoría,
e rige e manda nuestro entendimiento?
IX
[En este noveno soneto el actor
muestra commo en un día de grand fiesta vio a la señora
suya en cabello; dise ser los cabellos suyos muy rubios e de
la color de la tupaza, que es una piedra que ha la color como
de oro. Allí do dise «filos de Arabia» muestra
asimismo que eran tales como filos de oro, por cuanto en Arabia
nasce el oro. Dise asimismo que los premía un verdor
plasiente e flores de jazmines; quiso desir que la crespina
suya era de seda verde e de perlas]
Non es el rayo del Febo
luziente, (Gaita gallega)
nin los filos de Arabia más
fermosos
que los vuestros cabellos luminosos,
nin gemma de topaza tan fulgente.
Eran ligados de un verdor plaziente
e flores de jazmín que los ornava,
e su perfecta belleza mostrava
qual biva flamma o estrella
d'Oriente.
Loó mi lengua, maguer sea indigna,
aquel buen punto que primero vi
la vuestra ymagen e forma divina,
tal commo perla
e claro rubí,
e vuestra vista társica e benigna,
a cuyo esguarde e merced me di.
XIX
Lexos
de vos e çerca de cuydado,
[Oximoron]
pobre de gozo e rico
de tristeza,
fallido de reposo e abastado
de mortal pena, congoxa e graveza;
desnudo
de esperanza e abrigado
de immensa cuyta, e visto aspereza.
La vida me fuye, mal mi grado,
e muerte me persigue sin pereza.
Nin son bastantes a satisfazer
la sed ardiente de mi grand desseo
Tajo al presente, nin me socorrer
la enferma Guadiana,
nin lo creo;
sólo Guadalquivir tiene
poder
de me guarir e sólo aquél desseo.