Literatura Española del Siglo XVI

 

3.- Poesía del Segundo Renacimiento

3.3.- La Ascética y la mística

3.3.3.- San Juan de la Cruz (1542-1591)

3.3.3.3.- El lenguaje humano del amor divino [Parker: La filosofía del amor en la literatura española. 1480-1680]

Los Comentarios a Llama de amor viva

Declaración de las Canciones que tratan de la muy íntima y calificada unión y transformación del alma en Dios, por el Padre Fray Juan de la Cruz, Carmelita descalzo, a petición de doña Ana de Peñalosa, compuestas en la oración por el mismo, año de 1584.

Prólogo

Alguna repugnancia he tenido, muy noble y devota señora,, en declarar estas cuatro canciones que Vuestra Merced me ha pedido por ser cosas tan interiores y espirituales, para las cuales comúnmente falta lenguaje; porque lo espiritual excede al sentido, y con dificultad se dice algo de la sustancia del espíritu si no es con entrañable espíritu.

Canción primera. Declaración.

¡Oh llama de amor viva!

2. Para encarecer el alma el sentimiento y aprecio con que habla en estas cuatro canciones, pone en todas ellas estos términos: "¡oh!" y "cuan" que significan encarecimiento afectuoso; los cuales, cada vez que se dicen, dan a entender del interior más de lo que se dice por la lengua. Y sirve el "¡oh!" para mucho desear y para mucho rogar persuadiendo, y para entrambos efectos usa el alma de él en esta canción, porque en ella encarece e intima el gran deseo, persuadiendo al amor que la desate.
3. Esta llama de amor es el espíritu de su Esposo, que es el Espíritu Santo, al cual siente ya el alma en sí, no sólo, como fuego que la tiene consumida y transformada en suave amor, sino como fuego que, demás de eso, arde en ella y echa llama, como dije; y aquella llama baña al alma en gloria y la refresca en temple de vida divina.
Y ésta es la operación del Espíritu Santo en el alma transformada en amor, que los actos que hace interiores es llamear, que son inflamaciones de amor, en que unida la voluntad del alma, ama subidísimamente, hecha un amor con aquella llama. Y así, estos actos de amor del alma son preciosísimos, y merece más en uno y vale más que cuanto habrá hecho toda su vida sin esta transformación, por más que ello fuese, etc. Y la diferencia que hay entre el hábito y el acto, hay entre la transformación en amor y la llama de amor, que es la que hay entre el madero inflamado y la llama de él: que la llama es efecto del fuego que allí está.

[Tres siglos antes, también Ibn Arabi se vio en la necesidad de comentar sus poemas debido a la oposición de alfaquíes de Alepo y a la incomprensión de algunos de sus discípulos. Si tenéis curiosidad, podéis pinchar aquí y leer la introducción y el comentario de Ibn Arabi a su primer poema]