4.4.2.2.-CARTAS
DEL CABALLERO DE LA TENAZA (1606)
Donde se hallan muchos saludables consejos para
guardar la mosca y gastar la prosa
A los de la guarda.
Habiendo considerado, con discreta misericordia, la sonsaca que
corre, me ha parecido advertir a los descuidados
de bolsa, para que, leyendo mis escritos, restriñan
las faltriqueras y que procuren antes merecer el nombre de Guardianes que el de Datarios; y el dar, sea en las mujeres y no a las mujeres,
para que así merezcan el nombre de cofrades de la Tenaza
de Nihil-demus o Neque-demus, que hasta ahora
se decía Nico-demus por el poco conocimiento desta materia.
Y sea su nombre de todo enamorado Avaromatias,
(llámese como se llamare, aunque no se llame Matías),
y sea su abogado el Ángel de la Guarda,
que con razón se llaman días de guardar los días
que son fiesta, y todos son de fiesta para guardar.
Ejercicio cuotidiano
que ha de hacer todo caballero para salvar su dinero a la hora
de la daca.
En levantándose, lo primero
persignará su dinero, y santiguaráse
de los que se lo pidieron, y dará gracias a nuestro Señor,
que le ha dejado amanecer, diciendo: “Señor
mío Jesucristo, yo te doy muchas gracias, porque
soy caballero de la Tenaza, porque has permitido que me hayan
dejado dormir los embestidores y pedigones; y ofrezco
firmemente de no dar [propongo firmemente
nunca más pecar] , ni prestar ni prometer,
por palabra, obra ni pensamiento. [Oración
"Yo confieso": porque he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión]” Y luego dirá
aquellas palabras del Pater noster: el panem nostrum
de cada día dánosle hoy,
Señor, que es cláusula propia de los dichos caballeros.
Al sentarse a comer mirará la mesa, y viéndola sin
pegote, moscón ni gorra, echará la bendición,
diciendo: “Bendito sea Dios, que me da comezón y
no comedor”, considerando que los convidados en las mesas
son cuchillos de los tenedores.
Al irse a acostar, antes de dormir, se llegará al talegón
vacío que tendrá colgado a la cabecera de su cama,
por calavera de los perdidos, con rótulo que diga:
Tú que me miras a mí
tan triste, mortal, y feo,
mira, Talegón, por ti,
que como te ves me vi
y veráste cual me veo. |
[«¡Como te
ves yo me vi,
como me ves te verás!»
(Epitafio romano en la Vía
Apia
y en muchos cementerios españoles)]
|
Y empezando a dormir dirá: “Bendito seáis
vos, Señor, que habéis permitido que me desnude
yo y que no me haya desnudado otro antes”. Y no dormirá
a sueño suelto porque no se le desperdicie nada.
Epístola III

Vermeer (1657)
Cuanto más me pide vuesa
merced, más me enamora y menos la doy. ¡Miren dónde
fue a hallar que pedir pasteles hechizos!
Que aunque a mí me es fácil enviar los pasteles
y a vuesa merced hacer los hechizos, he querido suspenderlo por
ahora. Vuesa merced muerda de otro enamorado; que para mí
peor es verme comido de mujeres que de gusanos: porque vuesa merced
come los vivos, y ellos los muertos. Adiós, Lisa.Hoy día
de ayuno.
De ninguna parte,
porque los que no envían, no están en ninguna parte;
solo están en su juicio.