1.3.3.1.- Estética
de la fealdad
El gusto de los
barrocos por los violentos contrastes les impulsa a retratarse
ricamente vestidos y acompañados de los seres deformes
que acompañaban su vida cotidiana. Mira el retrato de Isabel
Clara Eugenia, hija de Felipe II, junto a la enana Magdalena Ruiz,
que a su vez tiene en las manos dos monos (taller de Sánchez
Coello)
Grandes poetas barrocos dedicaron
textos a enanos, como los epitafios que escribieron Góngora
y Lope de Vega al enano Bonamí, que el futuro Felipe IV
recibió al nacer, en 1605, regalo de su tía Isabel
Clara Eugenia, enviado por ésta desde Flandes. Aquí
tienes uno de los epitafios de Lope a su muerte, en 1614, a los
27 años:
LA DOROTEA. Acto IV
JULIO [ayo de D. Fernando].—
El poeta Serpentortio Proculdubio hizo un epitafio a Bonamí,
un criado de su majestad, monstro hermoso
de la naturaleza, pues en la mayor pequeñez que
puede alcanzar el pensamiento, era perfectísimo, como la
nuez de aquel escritor raro en que puso toda la Ilíada
de Homero.
CÉSAR [astrólogo].— Di, Julio, el epitafio.
JUL.—
Ten el paso, caminante,
A ver lo que no has de ver;
Aunque si tienes que hacer,
Puedes pasar adelante.
Pero si verlo te place,
Tan pequeño yace aquí
El átomo Bonamí,
Que no se sabe si yace.
[Suarez de Figueroa lo califica en su obra El
pasajero (1617) como: "átomo de criatura, vislumbre
de niño, príncipe de enanos, pensamiento visible,
burla del sexo viril, melindrillo de naturaleza"]
Aquí tienes
también los retratos de "La monstrua", Eugenia
Martínez Vallejo (1674-1699), pintados por el pintor de
cámara de Carlos II, Luis Carreño de Miranda, hacia
1680, cuando Eugenia tenía 6 años y pesaba unos
75 kg.
En literatura, sobre todo, abundan
los locos, auténticos o fingidos. Ya vistes ejemplos en
Cervantes y en comedias de Lope de Vega. Ahora puedes ver a otro
loco por amor en una colección de novelas cortas escrita
por Alonso Gerónimo Salas Barbadillo con el título
de Boca de todas las Verdades (1612), donde el autor
conversa con un loco, que le ilustra sus opiniones satíricas
con novelitas. Barbadillo las envía a una dama, Dª
Ana de Zuazo, para entretenerla: "Si esta relación
tuviese para V. m. algo de entretenimiento, la suplico me avise
para que yo prosiga con los demás discursos que con él
tuviere"
Puedes leer esta curiosa obra
en el siguiente enlace:
http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=10162114