Literatura Española del Siglo XVII

FERNANDO DE GUZMÁN (+1561).- De la inconstancia de las cosas humanas

Antonio Ponce h.1660

Antonio Ponce (h.1660)

Ya las alegres flores del verano
que apenas vimos y su olor gozamos,
las abrasa el estío ardiente y cano. [...]

¡Cuan en un punto huyen y se alejan
las breves sombras de la gloria nuestra!
Y ¡cuan triste memoria que nos dejan!
¿Qué son nuestros contentos sino muestra
de que si el cielo quiere dar podría,
y como justo nos lo niega y muestra?
De aqueste desengaño en mí se cría
un nuevo pensamiento que repuna
cuanto hasta aquí el deseo me pedía.[...]

Así este desengaño no guarece
del vano error que el apetito quiere,
antes desengañado permanece.
Mas el tiempo, en quien toda cosa muere,
dará fin a este loco devaneo,
o acabará conmigo si viviere.
Que no tardará mucho, según creo,
y el fiel cristal con verdadero aviso
me lo amonesta siempre que en él veo
la palidez del rostro ya no liso,
el vario pelo, el tardo movimiento,
y de los ojos deslustrado el viso.[...]

Todo fenece, todo muda estado:
el bien y el mal se acaba; espere el triste,
y el alegre no viva confiado.
¡Oh, tú, gran madre España, que caíste
(¿cómo permitió el Cielo?) de la cumbre
de la gloria mortal a que subiste,
eres ejemplo! ¿Dónde está la lumbre
de la antigua nobleza clara tuya?
¿Do el ceptro y mundo puesto en servidumbre?
¿Qué cosa habrá que el tiempo no concluya,
pues contigo acabó? ¿Qué habrá tan fuerte
que el Hado o la Fortuna no destruya?