1.1.3.4.- Pesimismo sobre el
hombre y la sociedad
El hombre es un individuo en lucha consigo mismo
y con sus semejantes.
Quizá el ejemplo más conocido de
ello es Segismundo. Lee su monólogo y lo comprobarás:
Julio Núñez (1967)
¡Ay mísero de mí! ¡Ay
infelice!
Apurar, cielos, pretendo
ya que me tratáis así,
qué delito cometí
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.
Sólo quisiera saber,
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
el delito de nacer),
qué más os pude ofender,
para castigarme más.
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
que yo no gocé jamás?
Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma,
o ramillete con alas
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma:
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?
Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas,
gracias al docto pincel,
cuando, atrevido y crüel,
la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto:
¿y yo con mejor distinto
tengo menos libertad?
Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas bajel de escamas 145
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío: 150
¿y yo con más albedrío
tengo menos libertad?
Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas, sierpe de plata, 155
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad,
el campo abierto a su ida: 160
¿y teniendo yo más vida
tengo menos libertad?
En llegando a esta pasión
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón
negar a los hombres sabe
privilegio tan süave,
excepción tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?
Puedes leer la obra completa,
que tiene otros momentos con el mismo tema en el enlace siguiente:
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-vida-es-sueno--0/html/
La visión pesimista del
hombre apunta ya a finales del Renacimiento italiano. Mira el
cuadro atribuído a Rafael (h.1500), titulado "Homo
bulla est" ("El hombre es una burbuja") y observa
la simbología añadida a la de las burbujas de jabón:
reloj de arena, calavera, flores, la llama de la vida, etc.
En el Barroco se generaliza el
proverbio clásico "homo homini lupus" documentado
por primera vez en la comedia Asinaria (h. 211 a.C) de Plauto (acto
II, v. 495), donde tiene una función humorística,
pues lo dice un mercader al que pretenden robar unos criados:
“Ciertamente, estas dos
cosas se han dicho con toda verdad: el hombre es un dios para
el hombre, y el hombre es un lobo para el hombre. La primera si
comparamos los ciudadanos entre sí; la segunda si comparamos
las ciudades. En el primer caso se llega a la semejanza con Dios
por la justicia y también por la caridad y las virtudes
de la paz; en el segundo, por la depravación de los malos,
los buenos también tienen que recurrir, si quieren protegerse,
a las virtudes de la guerra, la violencia y el engaño,
esto es, la rapacidad de los animales.”