Literatura Española del Siglo XVI

6.- El Teatro

6.1.- 1ª mitad de siglo: El teatro renacentista

6.1.2.- Gil Vicente (h. 1460-70 / antes de 1540)

6.1.2.2.- Comedias entre 1508 y 1516.- Comedia do viudo (1514)

Viudo:
Esta desastrada vida
¿Qué perdiera yo en perdella
Desque al mundo fue venida?
Pues amara y dolorida
Es toda mi parte della,
Que perdí muger tan bella
Como estrella,

Y pues triste me dejó,
Muriera mezquino yo
Y no ella!
Pluguiera a Dios que cupiera
La suerte suya por mía:
Pues quedé, que no debiera,
Robada mi compañera,
Consumida mi alegría.
Vida sin tal compañía
Noche y día
Me da tan triste cuidado,
Que jamás seré, cuitado,
El que solía.
Acordarme su nobleza,
Su beldad, su perfección,
Sus mañas, su gentileza,
Su tan medida franqueza,
Quebrántame el corazón.
¡Oh , qué humilde condición
A la razón!
¡ Cuán callada, cuán sufrida!
Toda plantada y engerida
En discreción.
Alegre con mi alegría
Con mi tristeza lloraba:
Pronta a cuanto yo decía
Quería lo que yo quería,
Amaba lo que yo amaba:
Toda su casa mandaba
Y castigaba
Sin de nadie ser oída,
Ni de persona nacida
Profazaba.
Amiga de mis amigos,
Amparo de mis parientes,
[Manrique]
Humilde a mis castigos;
Cruel a mis enemigos,
Placentera a sus sirvientes,
Tal que con fieras serpientes
Inclementes
Hiciera vida paciente:
[Impossibilia]
No fué muger mas prudente
En las prudentes.
Enemiga de zelosas,
De las castas compañera:
Contraria a las maliciosas,
Callada con porfiosas,

Para virtud la primera:
Muy honesta y placentera
De manera
Que nunca se desmedía:
Sublimada en cortesía
Verdadera.
En el punto que partiste
No debiera quedar yo,
Porque la vida que es triste
Mas muere quien la resiste,
Que el muerto que la dejó.
A aquel Dios que la llevó
Pido yo
Muerte luego por finida,
Pues la gloria de mi vida
Ya pasó. [...]
............................
Compadre:
¿Qué haces, compadre amigo?

Viudo:
Lo que manda la tristura
Sin muger y sin abrigo.

Compadre:
Bien trocára yo contigo.
¡ Quién tuviera tu ventura!
Yo tengo muger tan dura
De natura,
Que se da la vida en ella
Mejor que en sierra de Estrella
La verdura. [...]

Viudo:
Mas bien habla en ti Nerón ,
Y paréceme muy mal.

Compadre:
Si yo tengo un animal,
Y una sierpe por muger,
Y por más mi daño ser
Es inmortal.
Tanto monta dar en ella
Como dar nesa pared:
Cuanto más riño con ella
Tanto más se goza ella,
Por hacerme Dios merced.
No tiene hambre ni sed
Más que una red,
Siempre harta y aborrida :
¡ Si esta vida tal es vida
Me sabed!
Cuando con ella casé
Hallé, norabuena sea,
En ella lo que os diré.
Cuando bien bien la miré,
Vile un rostro de lamprea,
Un habla a fuer de aldea,
Y de Guinea
El aire de su meneo:
Cuanto más se pon de arreo
Está más fea.

Paula:
Oh calla, no digáis eso,
Que es mucho gentil muger.

Compadre:
No le vistes el avieso:
Si pone el blanco tan grueso
¿Qué diablo habeis de ver?
Dejemos su parecer
Ya caer
Y vengamos a lo al.
No estará sin decir mal
O lo hacer.
Ella por dame esa paja
Mete la calle en revuelta:

Seso, ni sola migaja:
Dueña que se volvió graja
Y anda en el aire suelta,
Siempre pronta y desenvuelta
En dar vuelta
Dende lo bueno a lo malo,
Por mas que lleve de palo
En la envuelta.
Si algo estó de placer
Dice que yerba he pisado:
Si triste, quiéreme comer:
Yo no me puedo valer
Así me trae asombrado.
Si trayo a mi cuñado
Convidado,
Muéstrame un ceño tamaño
Que me hace andar un año
Renegado.
Miente que es cosa espantosa,
A todos escarnios pega:
Es porfiada y es temosa
Soberbia, envidiosa,
Siempre urde, siempre trafiega,
Su lengua siempre navega:
Como pega
Para todo mal ardida,
Si en algo se halla cogida
Luego niega.
Paula:
¿Porqué deshonráis ansí
Vuestra muger?
Compadre:
Porque es plaga
Que desque la recibí
Bien pueden decir por mí
El marido de la draga.
No hay quien me deshaga
Tan gran llaga,
De toda paz enemiga:
Por Dios, no sé qué me diga
Ni qué me haga.
Yo no la puedo trocar,
Yo no la puedo vender,
Yo no la puedo amansar,
Yo no la puedo dejar,
Yo no la puedo esconder.
Yo no le puedo hacer
Entender
Sino que es ella una rosa,
Y que está muy desdichosa
En mi poder.

Y con todas sus traviesas
Está tan llena de vida,
Que con dos bombardas gruesas
Ni con lanzadas espesas
Será en vano combatida.

Viudo:
Oh, mi muger tan querida
Fallecida,
Toda paz sin nunca guerra,
No debieras de la tierra
Ser comida!
Agora me voy a rezar
Sobre aquella tierra dura,
Pues no lo puedo olvidar
Hasta mi muerte acabar
Este dolor sin ventura. [...]

Si quieres leer la comedia completa, aquí tienes el enlace:

http://es.wikisource.org/wiki/El_viudo:_(Versi%C3%B3n_para_imprimir)