Literatura Española del Siglo XVI

3.- POESÍA DEL SEGUNDO RENACIMIENTO

3.2.8.- La poesía a lo divino

3.2.8.1.- Sebastián de Córdoba (+ h. 1603)

Las obras de Boscán y Garcilaso, trasladadas en materias cristianas y religiosas (1575) (Ver en Poesía de la Edad de Oro I de José Manuel Blecua)

SEBASTIAN DE CÓRDOBA

¡Oh dulces prendas, por mi bien tornadas,
dulces y alegres para el alma mía,
estando yo sin vos, ¿cómo vivía?,
prendas del alto cielo derivadas!

Mis culpas os perdieron, y apartadas,
el alma, aunque animaba, no sentía;
sentía, pero no como debía;
que estaban sus potencias alteradas.

Pues en un hora junto me llevastes
por mí todo mi bien cuando partistes,
y conocéis el mal que me dejastes,

si ya por la bondad de Dios volvistes,
no os apartéis del alma que sanastes,
porque no muera entre dolores tristes.

GARCILASO: SONETO X

¡Oh dulces prendas, por mi mal halladas,
dulces y alegres cuando Dios quería!
Juntas estáis en la memoria mía,
y con ella en mi muerte conjuradas.

¿Quién me dijera, cuando en las pasadas 5
horas en tanto bien por vos me vía,
que me habíais de ser en algún día
con tan grave dolor representadas?

Pues en un hora junto me llevastes
todo el bien que por términos me distes, 10
llevadme junto el mal que me dejastes.

Si no, sospecharé que me pusistes
en tantos bienes porque deseastes
verme morir entre memorias tristes.

3.2.8.2.- La poesía y la música popular a lo divino

En el siglo XVI se inicia la tendencia, que perdura en el XVII, de contrahacer a lo divino cualquier tema profano, acompañado de música si la tenía. Uno de los casos extremos es la "desvergonzada" gerigonza; Miguel de Fuenllana recoge, en su Libro de música para vihuela intitulado Orphenica lyra (1554) una, con juramento inicial incluído y tema exclusivo de danza, contrahecha a la divino con el mínimo recurso de asegurar que la Virgen hará "bailar la girigonça" a la serpiente (es decir, el demonio).

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