Naturaleza es madre generosa
de todo cuanto vemos en el
orbe,
ministra universal del Rey
eterno
que sin su voluntad jamás
se mueve;
es en la creación lugarteniente
y ejecutora del eterno mando;
[...]
No es otra cosa la Naturaleza
sino razón y voluntad
divina, [...]
es un principio de los movimientos
y quietud de las cosas naturales
[...]
Naturaleza solamente sirve
de nos representar de Dios
la mente
y voluntad, por quien se cría
todo
y se resuelve a tiempos y deshace.