MASTER EN LITERATURA COMPARADA EUROPEA

El cuento europeo y España

02.- El exemplum y el milagro europeos

2.2.2.- Otros milagros de interés

2.2.2.3.- La esposa vendida al diablo

2.2.2.3.3.- Castigos e documentos del rey don Sancho el Bravo

Capítulo LXXXII.- Muestra como las mujeres de los reys deben haber también los bienes del alma como los del cuerpo.

Enjiemplo. Como un caballero veniese a pobreza por el grand gasto que facía a loor del mundo, con vergüenza que había de la su pobreza fuía ascondidamente de la tierra. Al cual se fizo encontradizo el diablo en forma de home que venia cabalgando, e demandóle la razón de tanta tristeza; e el caballero contóle todo su negocio. E dijo el enemigo del humano linaje: “Si tú me aseguras de traer a este lugar a tu mujer un día señalado, yo te acarrearé riquezas por do tornes al primero estado.” E el caballero prometiógelo. E esto facía el diablo porque había grande envidia de la devoción que la noble dueña había en la Virgen María, e del servicio que la facía de noche e de día; e trabajábase por la facer caer en algund error o peligro. El caballero, tornado a su casa, cavó donde el diablo le dijo, e falló asaz tesoro; e como se acercase el día en que había prometido de ir con su mujer al logar señalado, cabalgó en su caballo, e mandó a la dueña que sobiese en las ancas, ca había de ir con él lejos a un lugar. Ella, maravillada e aún temerosa de aquesta cosa, signóse de la señal de la cruz, e encomendóse a la Virgen Santa María, e fizo lo que el marido le mandaba. E ellos siguiendo su camino llegaron a una eglesia, e la noble dueña rogó al marido que la dejase descender a facer oración. E como entrase a la iglesia, quedando el marido fuera, fincó los hinojos delante de la imagen de la Virgen María, e faciendo su oración adormióse, e la bendita Señora, tomando semejanza de la dueña, salió de la iglesia e subió encima del caballo, e el caballero pensando que era su mujer, andodieron su camino. Et como llegasen cerca del lugar señalado, vido grand hueste de demonios alegrándose de la su venida, e llegando ya a ellos comenzáronse a conturbar, e decían: “¡Oh, malo, oh engañador! Por el bien que te fecimos, ¿cuánto mal galardón nos das? Tú nos prometiste de traer a tu mujer, e trajístesnos a la madre de Dios para que nos pene e atormente ante de tiempo.” E el caballero, espantado de la vista dellos e de sus palabras, tornó la cabeza a la mujer, e non la vido. E estando con grand miedo, que non sabía qué de sí fazer, oyó las palabras de su dulce Señora que decía a los demonios: “Id, malditos engañadores, al fuego perdurable del infierno.” E luego ellos, dando grandes aullidos, desaparescieron, e la Reina de consolación, confortando al caballero, dijo: “Tórnate e toma a tu mujer, que fallarás dormiendo en aquella iglesia donde descendió a facer oración, e tórnate a tu casa, e las riquezas que el diablo te procuró lánzalas de ti, ca son ganadas de mala parte, e Dios vos proveerá.” El caballero fízilo así, e tornando a la iglesia falló a su mujer dormiendo, e despertóla, e contóle lo que le había acaescido, e amos de un corazón dieron gracias a Dios e a la Virgen Santa María que los había librado de tan grand peligro.

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