Mariae beatissimae virginis missam quotidie
Deo acceptum est celebrare
Misa de la Virgen cada día celebrar
Aunque contra regla, non es de vituperar
Un sacerdote con devoción decie cada
día misa de Sancta María, e acusado ante
sancto Tomás, arzobispo de Conturbel, fue llamado antél,
e falló que era idiota e ignorante, e suspendiólo
que non celebrase. E habiendo sancto Tomás de coser su
celicio, ascondiólo so el lecho para coserlo cuando hobiese
oportunidat. E la Virgen María apareció al sacerdote
e díjole: “Ve al arzobispo e dile que por amor
de aquella que decies las misas e cosió el su celicio
que está en tal logar, e dejó ende la seda colorada
con que lo cosió, que le envío decir que alce
el entredicho que puso en ti.” E el sacerdote fízolo
así, e fue al arzobispo e díjole lo que le mandara
la Virgen. E él de que oyó esto e lo falló
así, maravillóse mucho, e alzó la suspensión
que habíe puesto, e mandó al sacerdote que este
miraglo toviese en secreto.
Biblioteca de Autores Españoles, LI