MASTER EN LITERATURA COMPARADA EUROPEA

El cuento europeo y España

02.- El exemplum y el milagro europeos

2.2.1.- Gonzalo de Berceo y Europa

2.2.1.2.- La boda y la Virgen

2.2.1.2.1.- Versión latina

(Ms. Thot 128, Biblioteca Real de Copenhague)

De clerico qui uxorem et omnia reliquit propter beatam Mariam

In territorio civitatis qui dicitur Pisa erat quidam clericus eclesie sancti Cassiani canonicus. Hic sicut de pluribus retulimus sancte Virgini Marie, angelorum et mundi regine, servicium devota mente reddebat horasque diei que tunc temporis a paucissimis dicebantur in eius honore sedule decantabat. Cuius genitores, cum morte interveniente ex hac luce migrassent, qui valde nobiles et divites fuerant, dimiserunt ei magnam hereditatem quia preter eum alium non habebant heredem. Venientes autem amici eius ad eum insistebant ut rediret ad domum quam parentes ei reliquerant et ducens uxorem gubernaret suam hereditatem. Qui prebens assensum eis cum illis habiit et veniens ad possessionem parentum suorum uxorem ducere constituit. Inter hec vero cepit segnior esse in servicio quod solebat reddere sancte Marie. Quadam vero die cum ad celebrandas nupcias coniugis quam sibi elegerat tenderet, in itinere devenit ad quandam eclesiam et recordatus servicii soliti sancte Marie, rogavit suos socios ut eum paululum expectarent, dicens se velle ad ecclesiam illam orandi gracia pergere. Ingressus itaque eclesiam cepit horas sancte Marie devota mente cantare. Cumque socii eius monerent eum ut acceleraret, inde gressum movere noluit, donec totas horas expleret. Adhuc autem in eclesia eo persistente apparuit ei sancta Dei genitrix María et ei severa voce dixit. “O inique et stultissime hominum. Cur me dereliquisti cum tua amica essem, illaqueatus in alterius amorem? Nunquid alteram invenisti meliorem? Moneo te ne me delinquas ne me contempta alteram uxorem ducas.” Et his verbis nimis territus ad socios rediit simulans se veraciter uxorem ducere. Itaque ex more nupcias celebraverunt cum grandi leticia. Nocte vero sequenti ingressus cubiculum quasi cum uxore pausaturus, ignorantibus cunetis clam domum egressus, tam uxorem quam omnia que habere potuit reliquit et, ut creditur, locum Dei servicio et sancte genitricis eius aptum querens, quo abierit vel quo fine discesserit hactenus sciri non potuit. Nemo tamen ambigere debet quod ipsius sancte celi Regine sit protectus usque in finem munimine, pro qua se hortante totum mundum statuit relinquere Deo opitulante, cui est honor el gloria in secula seculorum. Amen.


Berceo: Los milagros de Nuestra Señora.
Estudio y ed. crítica de Brian Dutton
Tamesis books London 71

TRADUCCIÓN DEL MS. THOTT DE COPENHAGUE (por las profesoras Carrera de la Red)


15
El clérigo que dejó a su esposa y lo dejó todo por Santa María


1 En la comarca de la ciudad de Pisa había un clérigo, canónigo de la iglesia de San Casiano. Como hemos contado de otros muchos, éste rendía devotamente culto a Santa María Virgen, reina de los ángeles y reina del mundo, y cantaba solícito en su honor las horas del día, que entonces eran rezadas por muy pocos. Sus padres, llegada la muerte, emigraron de esta vida y, como habían sido muy nobles y ricos, le dejaron una gran fortuna, ya que no tenían más herederos que él. Sus amigos venían a verlo y le insistían en que se volviese a la casa que sus padres le habían dejado y, tomando una esposa, administrase la herencia. Les hizo caso, se fue con ellos, se instaló en las posesiones de sus padres y decidió casarse. Mientras tanto empezó a descuidarse en los rezos que solía hacer a Santa María.
El día en que iba a celebrar la boda con la mujer que había elegido, en el trayecto llegó ante una iglesia, y acordándose de que tenía por costumbre prestar su servicio a Santa María, pidió a los acompañantes que le esperaran un ratito, diciéndoles que quería entrar en aquella iglesia a hacer oración. Entrando, pues, en la iglesia se puso a cantar devotamente las horas de Santa María. Los acompañantes le mandaban avisos para que abreviara, pero él no quiso moverse del sitio hasta que acabó las horas cumplidamente. 10Y, permaneciendo él todavía en la iglesia, se le apareció Santa María, Madre de Dios, y con tono severo le dijo: iOh ingrato y el más tonto de los hombres! ¿ Por qué me has dejado a mí, que era tu amo!; prendido en las redes del amor a otra? ¿Acaso has encontrado otra mejor? Hazme caso, no me dejes, no tomes otra mujer despreciándome a mí.
Y, lleno de temor por estas palabras, volvió de nuevo con sus compañeros, fingiendo que de verdad se iba a casar. Así pues, se celebró la boda, como es costumbre, con gran alegría. Pero al llegar la noche, entró en la alcoba, como si fuera a acostarse con su esposa, y sin que nadie se diera cuenta, a escondidas, salió de casa, abandonó a su mujer y todo lo que pudiera tener y, según se cree, buscó un lugar apropiado para servir a Dios y a su Santa Madre, sin que se haya podido saber hasta hoy adónde fue o con qué muerte murió.
Sin embargo, nadie debe dudar de que hasta el fin de su vida gozaría de la protección de la Santa Reina del cielo, por la cual y a petición suya decidió dejar todo el mundo, con la ayuda de Dios, a quien se debe dar honor y gloria por los siglos de los siglos. 20 Amén.