MASTER EN LITERATURA COMPARADA EUROPEA
El cuento europeo y España
01.- Pedro Alfonso, el primer español autor de cuentos "europeo". La disciplina clericalis en Europa Cuento I.- El medio amigo 06.- LIBRO DEL YSOPET.- FÁBULAS COLLECTAS DE ALFONSO E DE POGIO E DE OTROS. (Traducción de La Disciplina)
El sabio Lucania d’Arabia dixo
a su fijo:
—Non deues soportar que sea
la hormiga más sabia que tú, la qual ayunta en el estío
donde viua en el invierno. Non sea el gallo mejor velador que tú,
el qual vela a las mañanas e tú duermes. Ni sea más
fuerte que tú, el qual rige nueue mugeres, por que siquiera tú
puedas regir vna. E non sea más noble de coraçón
el perro que tú, el qual siempre se acuerda del bien que rescibe,
e tú non te acuerdas dél. Non menosprecies a nigún
enemigo por pequeño que sea. Ni te paresca mucho tener mill amigos.”
E otra vez el sabio mesmo de Arabia quasi estando a la muerte llamó a su fijo, del qual preguntó quantos amigos avía aquirido fasta aquel día. Respondió el fijo: —Segund pienso ya tengo más
de cient amigos.
Dixo el padre:
—Cata que non tengas por amigo
a ninguno, fasta que lo ayas prouado porque primero nascí yo
que tú, e apenas alcançé vn medio amigo, avn éste
tal con grand trabajo, e marabíllome de cómo tú
pudiste aver tantos amigos; por ende deues los prouar, porque verdaderamente
conozcas quales dellos te sean amigos.
Responde el fijo:
—Padre, ¿cómo
los deuo prouar?
Dixo el padre:
—Pruéuense desta manera.
Mata un vecerro e mete-lo en vn costal, el qual, ensangrentado de fuera,
lieua-lo a algund tu amigo, e dile que es vn ombre muerto, al qual por
grand tu fortuna mataste; por ende que le ruegas como a amigo especial
que él te lo quiera encubrir, e te lo sotierre, porque este tu
mal non sea sabido, pues él lo puede fazer sin sospecha, e tú
por su amistad te puedas saluar deste peligro.
El fijo puso por obra quanto el padre
le consejó e mandó. E el primer amigo a quien fue con
el cuerpo, rogado por él en la manera e forma que el padre le
avía consejado, respondióle así:
—Amigo, ten alá tu ombre
muerto, non me entres con él a casa; si mal cometiste párate
a la pena.
E después yendo a otro amigo,
e a otros muchos, requiriéndolos vno a vno por la mesma orden
e palabras, todos le respondían por vn modo, diziendo:
—Amigo, el caso es grande e
peligroso e tal que non conviene que entres en nuestras casas con tal
cosa como esa; allá te repara por ty como podrás. Pues
que mal cometiste por ti solo non nos metas en peligro.
El fijo vista e conoscida la poca
amistad que falló en sus amigos tornóse para su padre
e contóle todo lo que le avía contescido, el qual dixo
a su fijo:
—Ya has experimentado por verdadero
al philósofo, el qual dize que muchos son
los amigos de nombre, mas pocos se fallan en la necessidad. Pues
llega a aquel mi medio amigo, e prueua lo que te dirá.
El fijo se fue para él e relatóle
el caso por parte de su padre segund que a los amigos suyos, diziendo
que era ombre muerto, etc. El qual le dize:
—Entra en casa, ca este secreto
non conuiene manifestar a los vezinos.
E después fizo salir de casa
a su muger e a toda su compaña, e assí secretamente cauó
en vn lugar más conuenible que avía en su casa para enterrar
aquel cuerpo; e assí estando presto e dispuesto para enterrarlo
allí, el fijo descubrió todo el fecho verdaderamente a
aquel medio amigo de su padre, al qual dando muchas gracias, se tornó
para su padre, a quien por extenso manifestó las palabras e obras
de su medio amigo.
Entonces dixo el padre: —Deste tal amigo fabla el
philósofo: Aquel es buen amigo el
qual te ayuda quando todo el mundo te falta.
E preguntó el fijo al padre:
—¿Viste por ventura
alguno que alcançasse amigo entero?.
Responde el padre:
—Non vi, mas oy dezir.
Ruégale el fijo:
—Recuéntamelo si podré
alcançar en algund tiempo tal amigo entero.
Dixo el padre: —Lo que oy contar fue de dos
mercaderes, de los quales el vno era en Egipto e el otro viuía
en Baldac, [...]
(Fábulas de Esopo. Facsímil de la 1ª ed. de 1489. R.A.E., 1929) |