01.- Pedro Alfonso,
el primer español autor de cuentos "europeo".
La disciplina
clericalis en Europa
Cuento I.- El medio amigo
03.-D. Juan Manuel.- EL CONDE LUCANOR
EXEMPLO XLVIII.- DE LO QUE CONTESÇIÓ
A UNO QUE PROVAVA SUS AMIGOS
(texto del cuento 48 en el manuscrito 4236 de El
conde Lucanor)
Otra vez fablava el conde Lucanor
con Patronio, su consejero, en esta manera:
—Patronio, segunt el mío cuydar, yo
he muchos amigos que me dan a entender que por miedo de perder
los cuerpos nin lo que an, que non dexarían de fazer lo que
me cumpliesse, que por cosa del mundo que pudiesse acaescer non se
parterían de mí. Et por el buen entendimiento que vos
avedes, ruégovos que me digades en
qué manera podré saber si estos
mis amigos farían por mí tanto commo dizen.
—Señor conde Lucanor —dixo Patronio—, los
buenos amigos son la mejor cosa del mundo, et bien cred que quando
biene grand mester et la grand quexa, que falla omne muy menos de
quantos cuyda; et otrosí, quando el mester non es grande,
es grave de provar quál sería amigo verdadero quando
la priessa veniesse; pero para que vos podades saber quál es
el amigo verdadero, plazerme-ya que sopiéssedes lo que contesçió
a un omne bueno con un su fijo que dizía que avía muchos
amigos.
El conde le preguntó cómmo fuera aquello.
—Señor conde Lucanor —dixo Patronio—, un
omne bueno avía un fijo, et entre las otras cosas quel mandava
et le consejava, dizíal sienpre que puñasse en aver
muchos amigos et buenos. El fijo fizólo assí, et començó
[a] acompañarse et a partir de lo que avía con muchos
omnes por tal de los aver por amigos. Et todos aquellos dizían
que eran sus amigos et que farían por él todo quantol
cumpliesse, et que aventurarían por él los cuerpos et
quanto en 1'mundo oviessen quandol fuesse mester.
Un día, estando aquel mançebo con su padre, preguntol
si avía fecho lo quel mandara, et si avía ganado muchos
amigos. Et el fijo díjole que sí, que había muchos
amigos, mas que señaladamente entre todos los otros avía
fasta diez de que era çierto que por miedo de muerte,
nin de ningún reçelo, que nunca le errarié[n]
por quexa, nin por mengua, nin por ocasión quel acaesçiesse.
Quando el padre esto oyó, díxol que se marabilla[ba]
ende mucho porque en tan poco tiempo pudiera aver tantos amigos et
tales, ca él, que era mucho ançiano, nunca en toda su
vida pudiera aver más de un amigo et
medio. El fijo començó a porfiar diziendo que
era verdat lo que él dizía de sus amigos. Desque el
padre vio que tanto porfiava el fijo, dixo que los provasse en esta
guisa: que matasse un puerco et que lo
metiesse en un saco, et que se fuesse a casa de cada uno daquellos
sus amigos, et que les dixiesse que aquél era un omne que él
avía muerto, et que era çierto; et si aquello fuesse
sabido, que non avía en 1'mundo cosa quel pudiesse escapar
de la muerte a él et a quantos sopiessen que sabían
daquel fecho; et que les rogasse, que pues sus amigos eran, quel encubriessen
aquel omne et, si mester le fuesse, que se parassen con él
a lo defender.
El mancebo fizólo et fue provar sus amigos según su
padre le mandara. Et desque llegó a casa de sus amigos et les
dixo aquel fecho perigloso quel acaesçiera, todos le dixieron
que en otras cosas le ayudarién;
mas que en esto, porque podrían perder los cuerpos et lo que
avían, que non se atreverían a le ayudar et que, por
amor de Dios, que guardasse que non sopiessen ningunos que avía
ydo a sus casas. Pero destos amigos, algunos le dixieron que non se
atreverían a fazerle otra ayuda, mas que yrían
rogar por él; et otros le dixieron que quando
le levassen a la muerte, que non lo desampararían fasta
que oviessen conplido en 1' la justicia, et quel farían onrra
al su enterramiento.
Desque el mancebo ovo provado assí todos sus amigos et non
falló cobro en ninguno, tornóse para su padre et díxol
todo lo quel acaesciera. Quando el padre así lo vio venir,
díxol que bien podía ver ya que más
saben los que mucho an visto et provado, que los que nunca
passaron por las cosas. Estonçe le dixo que él non avía
más de un amigo et medio, et que los fuesse provar.
El mancebo fue provar al que su padre tenía por medio
amigo; et llegó a ssu casa de noche et levava el puerco
muerto a cuestas, et llamó a la puerta daquel medio amigo de
su padre et contol aquella desaventura quel avía contesçido
et lo que fallara en todos sus amigos, et rogol que por el amor que
avía con su padre quel acorriese en aquella cuyta.
Quando el medio amigo de su padre aquello vio, díxol que con
él non avía amor nin affazimiento porque se deviesse
tanto aventurar, mas que por el amor que avía con su padre,
que gelo encubriría.
Entonçe tomó el saco con el puerco a cuestas, cuydando
que era omne, et levólo a una su huerta et enterrólo
en un sulco de coles; et puso las coles
en el surco assí como ante estavan et envió el mancebo
a buena bentura.
Et desque fue con su padre, contol todo lo quel contesciera con aquel
su medio amigo. El padre le mandó que otro día, quando
estudiessen en conçejo, que sobre qualquier razón que
despartiessen, que començasse a porfiar con aquel su medio
amigo, et, sobre la porfía, quel diesse
una puñada en 1' rostro, la mayor que pudiesse.
El mancebo fizo lo quel mandó su padre et quando gela dio,
catol el omne bueno et díxol:
— A buena fe, fijo, mal feziste; mas dígote que por
éste nin por otro mayor tuerto [11A],
non descubriré las coles del huerto [11A].
Et desque el mancebo esto contó a su padre, mandol que fuesse
provar aquel que era su amigo complido. Et el fijo fízolo.
Et desque llegó a casa del amigo de su padre et le contó
todo lo que le avía contescido, dixo el omne bueno, amigo de
su padre, que él le guardaría de muerte et de daño.
Acaesció, por aventura, que en aquel tiempo avían
muerto un omne en aquella villa, et non podían saber
quién lo matara. Et porque algunos vieron que aquel mancebo
avía ydo con aquel saco a cuestas muchas vezes de noche, tovieron
que él lo avía muerto.
¿Qué vos yré alongando?
El mancebo fue jubgado que lo matassen. Et el amigo de su padre avía
fecho quanto pudiera por lo escapar. Desque vio que en ninguna manera
non lo pudiera librar de muerte, dixo a los alcaldes que non quería
levar pecado de aquel mançebo, que sopiessen que aquel mançebo
non matara el omne, mas que lo matara un su
fijo solo que él avía. Et fizo al fijo que lo
cognosciesse; et el fijo otorgólo; et matáronlo.
Et escapó de la muerte el fijo del omne bueno que era amigo
de su padre.
Agora, señor conde Lucanor, vos he contado cómmo se
pruevan los amigos, et tengo que este enxiemplo es bueno para saber
en este mundo quáles son los amigos, et que los deve provar
ante que se meta en grant periglo por su fuza, et que sepa a quánto
se pararan por él sil fuere mester. Ca çierto seet que
algunos son buenos amigos, mas muchos,
et por aventura los más, son amigos de
la ventura, que, assí commo la ventura corre, assí
son ellos amigos.
Otrosí, este enxiemplo se puede entender
spiritualmente en esta manera: todos los omnes en este mundo
tienen que an amigos, et quando viene la muerte, anlos de provar en
aquella quexa, et van a los seglares,
et dízenlos que assaz an que fazer en sí; van a los
religiosos et dízenles que rogarán
a Dios por ellos; van a la muger et a los fijos
et dízenles que yrán con ellos fasta la fuessa et que
les farán onrra a ssu enterramiento; et assí pruevan
a todos aquellos que ellos cuydavan que eran sus amigos. Et desque
non fallan en ellos ningún cobro para escapar de la muerte,
assí commo tornó el fijo, depués que non falló
cobro en ninguno daquellos que cuydava que eran sus amigos, tórnanse
a Dios, que es su padre, et Dios dízeles que prueven
a los sanctos que son medios amigos.
Et ellos fázenlo. Et tan grand es la vondat de los sanctos
et sobre todos de sancta María, que non dexan de rogar a Dios
por los pecadores; et sancta María muéstrale cómmo
fue su madre et quánto trabajo tomó en lo tener et en
lo criar, et los sanctos muéstranle las lazerias et las penas
et los tormentos et las passiones que rebebieron por él; et
todo esto fazen por encobrir los yerros de los pecadores. Et aunque
ayan reçebido muchos enojos dellos, non le descubren, assí
commo non descubrió el medio amigo la puñada quel dio
el fijo del su amigo. Et desque el pecador vee spiritualmente que
por todas estas cosas non puede escapar de la muerte del alma, tórnasse
a Dios, assí commo tornó el fijo al padre después
que non falló quien lo pudiesse escapar de la muerte. Et
nuestro señor Dios, assí commo padre et amigo verdadero,
acordándose del amor que ha al omne, que es su criatura, fizo
commo el buen amigo, ca envió al su fijo Ihesu Christo que
moriesse, non oviendo ninguna culpa et seyendo sin pecado,
por desfazer las culpas et los pecados que los omnes merescían.
Et Jhesu Christo, commo buen fijo, fue obediente a su padre et seyendo
verdadero Dios et verdadero omne quiso reçebir, et reçebió,
muerte, et redimió a los pecadores por la su sangre.
Et agora, señor conde, parat mientes quáles destos amigos
son mejores et más verdaderos, o por quáles devía
omne fazer más por los ganar por amigos.
Al conde plogo mu[cho] con todas estas razones, et tovo que eran muy
buenas.
Et entendiendo don Iohan que este enxiemplo era muy bueno, fizólo
escrivir en este libro, et fizo estos viessos que dizen assy:
Nunca omne podrió tan buen
amigo fallar
commo Dios, que lo quiso por su sangre comprar.
(Castalia, 92)