MASTER EN LITERATURA COMPARADA EUROPEA

El cuento europeo y España

01.- Pedro Alfonso, el primer español autor de cuentos "europeo".

La disciplina clericalis en Europa
 

1.6.- El tema de la amistad y su enorme repercusión en la literatura europea

1.6.1.- Textos acerca de la amistad:

1.6.1.1.- Textos filosóficos

Cicerón (106-43 a.C): De la amistad (De amicitia) [fragmentos]

Cap. VII.-Ventajas que trae consigo la amistad
De cierto hombre docto agrigentino [Empédocles] se cuenta haber dejado escrito en versos griegos, que todas cuantas cosas existen y se mueven en la máquina del universo las une y contrae la amistad, y las disipa o las deshace la discordia; y ésta es una verdad generalmente reconocida y acreditada por la experiencia. Y así, si alguna vez interpuso un amigo sus oficios ofreciéndose al peligro, o a acompañar a otro en el que se halla, ninguno deja de aplaudirlo con las mayores alabanzas. ¿Qué gritos de aclamación no se movieron en todo el teatro con la nueva fábula de mi huésped y amigo M. Pacuvio, cuando ignorando el rey quién de los dos era Orestes, Pílades decía que él era, para morir en su lugar, y Orestes aseguraba muy de veras que era él, como así era cierto? Aplaudíanlo los espectadores siendo fingido; ¿pues qué imaginaremos que harían si fuese cierto? Bien mostraba su inclinación la naturaleza, pues hacía parecer bien en otros lo que quizá no podrían ellos hacer en caso semejante.

Cap. XV.-No hay bien más apreciable que la amistad: la fortuna de muchos la excluye a veces
No deben, pues, ser oídos los que están entregados a los deleites, si alguna vez hablan de la amistad, de la cual ni por reglas ni por experiencia tienen conocimiento. Porque a buena fe, ¿quién hay que desee vivir en una suma abundancia de riquezas y de todas las demás cosas para no amar a nadie ni ser amado de ninguno? Tal es la vida de los tiranos, en la cual no hay fe alguna ni amor, ni puede ser constante ninguna confianza de cariño: todo es sospechoso, todo solícito; no hay lugar a la amistad. Porque ¿quién ha de amar a quien tiene miedo, o de quien juzga que él será temido? A éstos, sin embargo se les trata con obsequios fingidos hasta cierto tiempo; y si caen de su fortuna (como es regular), entonces se manifiesta qué pobres estaban de amigos: como dicen que dijo Tarquino estando desterrado, que había conocido a sus amigos fieles y falsos cuando ya no podía dar iguales agradecimientos a ninguno: aunque me admiro que un hombre tan soberbio y tan bárbaro pudiese jamás tener algún amigo.

Cap. XVII.- Señales para conocer los que son buenos para amigos.
Escipión, que siempre hablaba de la amistad, se quejaba de que en todas las otras cosas eran más diligentes los hombres que en ésta: que cada uno podía contar las cabras y las ovejas que tenía, y no los amigos: que se pone cuidado en escoger aquellas cosas, y en elegir los amigos hay mucho descuido; y que no se tienen ciertas señales para conocer los que son buenos para amigos.

Cap. XXIII.- Todo el mundo conviene en las ventajas de la amistad
Porque se extiende la amistad (no sé cómo) por la vida de todos, y ninguna manera de vivir permite que esté exenta de ella. Antes bien, aunque haya alguno de genio tan insociable y desabrido que huya del congreso y compañía de los otros hombres, y los aborrezca (como he oído que hubo en Atenas un tal Timón); aun éste no podrá sacar sin buscar alguno con quien vomitar la ponzoña de su aspereza.


Porrúa, 1975

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