06.- CUENTOS POPULARES
06.1.- CAMÁNDULA
LOS TRES HERMANOS COMPITEN POR
UN PAN (Balsicas. Murcia)
Esto eran tres hermanos, y uno
era el más listo y otros eran más infelices. Eran
muy pobreticos y no tenían qué comer; y uno salió
al pueblo pidiendo, total que se recogió un pan. Y dice
uno:
-¿Quién se va a comer el pan?
-Yo qué sé –dice el otro-. El pan no hay más
que pa uno.
Bueno, total que dicen:
-Pues mira, vamos a hacer una cosa: Nos vamos a ir uno a un sitio,
otro a otro, y el primero que llegue [que regrese] que se coma
el pan.
-Pues sí.
-¿Pa dónde vas a pillar tú mañana?
-Yo, pa donde sale el sol.
El uno se fue donde salía el sol, el otro donde se pone
y el más tonto pos se ve que s’escondió y
dijo:
-Pos yo me voy a quedar aquí.
Y claro, cuando vienen los otros pos el tonto se había
comío el pan. El tonto dijo entonces:
-Pos yo, como unos se había ido a donde sale el sol y el
otro a donde se pone, los habíais ido tan lenjos, pos yo
me he dicho: “el pan se va a poner duro y no se lo va a
poder comer nadie”. Pos me lo he comío yo.
(3 versiones castellano-leonesas -con sueño- en Espinosa
hijo,
una versión marroquí de Tetuán protagonizada
por musulmán, cristiano y judío
Camándula. Ed. A.J. Sánchez Ferra. Revista
Murciana de Antropología. 2000.)
[VARIANTE EN
UNA VERSIÓN GITANA]
06.2.- CUENTOS POPULARES GITANOS
EL SUEÑO (Italia)
Érase una vez un gitano
que martilleaba con ahínco un caldero detrás de
un seto, al resguardo del viento. Pasó un conejo, y el
gitano le tiró el caldero. Justo en ese momento, un cazador
disparó al conejo. Éste cayó muerto, y los
dos entablaron una disputa sobre quién lo había
matado.
-De acuerdo –dijo el gitano-. Si me invitas a cenar a tu
casa, veremos cómo lo resolvemos.
Fueron a casa del cazador, y su mujer preparó una cena
estupenda para ambos. Cuando acabaron de cenar, el gitano dijo:
-Escucha, yo sé lo que vamos a hacer. En este momento el
conejo no es ni tuyo ni mío. Vayámonos a dormir,
y el conejo será del que tenga el sueño más
bello. Y no te preocupes por mí: si me das una manta vieja,
dormiré en el suelo, aquí mismo en la cocina cerca
del fuego.
Y así lo hicieron. El cazador se fue a dormir al piso de
arriba con su mujer y el gitano se acurrucó en el suelo
de la cocina. A la mañana siguiente, el cazador bajó
y dijo:
-Muy bien, podemos empezar. Cuéntame tu sueño.
-No, no, primero cuéntame tú el tuyo. Tú
eres más importante que yo.
-Entonces te lo contaré. Esta noche he soñado con
una escalera larga, muy larga. Empecé a subir por ella,
peldaño a peldaño, y en un determinado momento los
cielos se abrieron y entré en el paraíso. Todo era
música, luz y flores. Soy incapaz de describir lo maravilloso
que era todo. Era tan bello que no quería regresar. En
resumen, un sueño espléndido. Y tú, ¿qué
has soñado?
-Aunque no te lo creas, he tenido el mismo sueño. Te he
visto subir por esa larga escalera hasta el cielo. Y como me he
figurado que no ibas a querer volver, me he comido el conejo.
(también en 3 relatos eslovenios y en cuentos checos y
eslovacos
Cuentos populares gitanos. Ed. Diane Tong. Siruela, 2006)