MASTER EN LITERATURA COMPARADA EUROPEA

El cuento europeo y España

01.- Pedro Alfonso, el primer español autor de cuentos "europeo".

La disciplina clericalis en Europa

 

Cuento XIX.- Los dos burgueses y el rústico

02.- LIBRO DEL YSOPET.- FÁBULAS COLLECTAS DE ALFONSO E DE POGIO E DE OTROS. (Traducción de La Disciplina)

La V.- De la fe o engaño de los tres compañeros.

Muchas vezes cahe el ombre en el lazo que arma a otro segund se contiene en esta fábula. Tres compañeros de los quales los dos eran mercederes e cibdadanos, el tercero aldeano, por causa de deuoción yuan en romería a la casa de Meca, a los quales faltó la vianda en el camino, de manera que non tenían otra cosa de comer, saluo vna poca de farina que solamente bastaua para fazer della vn pequeño pan. Los burgueses engañosos viendo esto, dixieron entre sí: “Poco pan tenemos, e este nuestro compañero es grand comedor; por ende es necessario que pensemos cómo sin él comamos esto poco de pan; e pastado el pan e puesto a cozer, los mercaderes, buscando manera para engañar al rústico, dixieron: “Durmamos todos, e aquel que viere más marabilloso sueño entre todos tres, coma el pan. Concertada e consentida esta composición entre ellos, echáronse a dormir. El aldeano, entendiendo el engaño de los compañeros, sacó el pan medio cocho e assí lo comió solo, e tornó a dormir; dende a poco el vno de los mercaderes, como espantado de vn marabilloso sueño, se començó leuantar, al qual preguntó el compañero: “¿Por qué te espantas?”. Responde él: “Soy espantado e pauorescido por vn marabilloso sueño; parescíame que dos ángeles abriendo las puertas del cielo, me leuauan ante el trono del Señor Dios”. Con grand gozo dízele el compañero: “Marabilloso sueño es ese. Mas yo he visto otro más marabilloso, porque yo vi dos ángeles que me leuauan por tierra firme al infierno”. El aldeano oyendo todo esto fazía que dormía. Mas los cibdadanos queriendo acabar su engaño, despertáronlo, e el rústico arteramente como espantado respondió: “¿Quales son éstos que me llaman?” Ellos le dizen: “Tus compañeros somos”. Él les pregunta: “¿Cómo vos boluistes?” Responden: “Nunca nos partimos de aquí; ¿cómo fablas de nuestra tornada?” Dixo el rústico: “Parescióme que dos ángeles abriendo las puertas del cielo, leuaron al vno de vosotros ante el Señor Dios, e al otro rastrando por la tierra al infierno. E pensé que nunca acá boluiéssedes, como fasta aquí non he oydo que alguno aya tornado del paraíso ni del infierno; assí me leuanté e comí el pan solo.
Muestra esta fábula que a las vezes pensando de engañar a otro ignorante del tal es él mesmo engañado.

Fábulas de Esopo.Facsímil de la 1ª edición de 1489. R.A.E. 1929