MASTER EN LITERATURA COMPARADA EUROPEA
El cuento europeo y España
01.- Pedro Alfonso, el primer español autor de cuentos "europeo". La disciplina clericalis en Europa Cuento XI.- La espada
[1] OLIGIDES.- Si me quisieses tú dar a entender lo que a un truhán sus amigos, según cuenta Poggio, persuadieron: que estaba muerto; el cual fue llevado a enterrar, aunque en las andas no dejó de responder a los que daban gracias a Dios por su muerte que juraba a Dios que si vivo estuviera, como iba muerto, que ellos se las pagaran. [2] OLIGIDES.- ...fuime derecho a
Carmisa, y estando ella y yo en muchos placeres y regocijos, heos
aquí llama a la puerta el bachiller su amigo. Yo en esto estaba
sin sayo, bajas las calzas, y quiso más nuestra desventura,
que al tiempo que él llegó daba yo una gran carcajada
de risa, contando de allí de el tu capellán metido en
el arca, de suerte que sintió hombre en casa, y mientras más
nos oía reír y las voces que teníamos, él
más priesa se daba a llamar. Entonces Carmisa, cortada de la
muerte, no supo qué se hacer más de esconderme en bajo
de una cesta de colar, que como soy de esta marca cagada, cupe en
ella. El bachiller, como no le abrieron tan presto como quería,
vase y trae consigo sus popilos armados para derrocar la puerta y
matar a Carmisa y a mí. En este medio la
vieja, su madre, como más sabia y astuta, sospechó
a lo que iría, y mata de presto un pato, y hinche con la sangre
el gaznate, y rebózamelo por este cuello; y da una tijerada
en la morcilla, y brota la sangre, y párame cual veis. En esto
llega el bachiller a quebrar las puertas; la vieja comienza a dar
gritos de arriba: “¡Escóndete, señor, escóndete!
que viene la justicia”; torna luego a replicar: “¡Ay!
que no es, está quedo y curarémoste. Corre, baja tú,
Carmisa, abre al señor bachiller, que bien puede entrar él
solo”. Viene Carmisa y abre disimulando otra turbación
de la que tenía con estas palabras:
Obra de pasatiempo y recreación la cual trata de amores (propia materia de mancebos) y de la malicia de las alcahuetas. Ed. Joaquín López Barbadillo. Akal, 1977 (Facsímil de la edición
de 1921). (III, V, páginas 198-200) |