MASTER EN LITERATURA COMPARADA EUROPEA
El cuento europeo y España
01.- Pedro Alfonso, el primer español autor de cuentos "europeo".
CAPÍTULO X.- De cómo la muger miente jurando e perjurando La muger mala ser mentirosa, dubdar en ello sería pecado, por quanto non es muger que mentiras non tenga prestas e non disymule la verdad en un punto e por una muy chiquita cosa e de poco valor, mill vezes jurando non mienta, e por muy poca ganancia e provecho de cosa que vee mentiras ynfinidas dezir non se dexe. E por tanto, verás que las mugeres por la mayor parte todos sus fechos son cautelas e maneras, e con mentiras las coloran e adornan, e a las vezes con sus enpaliadas mentiras llevan sobre otros e otras falso testimonio e crimen sobre otras conponen. E non sé onbre, por muy acucioso e avisado que sea, que a la muger pueda fazer conoscer su mentira; nin por presto quél sea, que la muger non le faga de verdad mentira, jurando, perjurando, maldiziéndose que nunca fue nin es lo que él al ojo vido e ve. [01] Contarte
he un enxienplo, e mill te contaría: una muger tenía
un onbre en su casa, e sobrevino su marido e ovóle de esconder
tras la cortina. E quando el marido entró, dixo: [02] Otro
enxienplo te diré: otra muger tenía un frayre tras la
cama escondido; desque vino su marido, non sabya cómo le sacar
fuera; fuese a su marido, e díxole:
—¿Dónde vos arrimastes,
que venís lleno de pelos?
El marido bolvió para que
la muger le alinpiase los pelos, e, bueltas las espaldas, salió
el frayre que estava escondido. E dixo el marido:
—Parescióme como que
salió onbre por aquí.
Dixo ella:
—Amigo, ¿dónde
venides? ¿O estades en vuestro seso? ¡Guay de mí!
E ¿quién suele entrar aquí? ¡Guay, turbado
venís de alguna enamorada! Los gatos vos parescen onbres, señal
de buena pasqua. Luego calló el marido,
e dixo:
—Calla, loca, calla, que por
provarte lo dezía.
E asy fizo e faze su mentira la mujer verdad. [03] Otra,
teniendo otro escondido de noche, vino su marido, e ovo de esconder
el otro so la cama; e quando el marido entró, fizo la candela
caediza e apagóse. E dixo la muger al marido:
—Amigo, dadme aquí un
alguaquida.
E mientra salió a darle un
alguaquida el marido de la cámara, salió el otro de yuso
la cama e fuese luego abaxo e salió por el establo.
[04] Otra
muger, teniendo otro escondido tras la cortina, e non sabya cómo
lo sacar en el mundo, e el marido non salía de la cámara,
presumió un arte tal: fuese para la cozina, e tomó una
caldera nueva que ese día avía conprado e llevóla
al marido, e dixo: Millares déstos se escrevirían, synón por non tener tienpo e non avisar por ventura a las que en mal farto son avisadas. E aunque seré de algunos rreprehendido por non saber ellos mi entinción, la qual sólo Dios sabe en este paso non ser a mala parte, porque algunas cosas pongo en práctica dirán que más es avisar en mal que corregir en byen. Diga cada qual su voluntad, que yo non lo digo porque lo asy fagan, mas porque sepan que por mucho que ellos nin ellas enconbyerto lo fagan e fazen, que se sabe, e algunos, sabyéndolo, a sus mugeres, fijas e parientas castigarán; e las que saben que ge lo entienden, de algo dello se dexarán. Pero non piense alguno o alguna que de mí presuma que otro non aya escripto más mill vezes destas cosas que yo he dichas e diré, como so el sol non sea oy cosa nueva; mas podría venir acaso que alguno que lo non sabe lo aquí leerá e dará castigo dello a quien deva; e, sy non, sy lo soportare, non se maraville de algund syniestro que le venga. Por ende, a todo buen fin se dize: "A buena parte por Dios lo tome el que lo leyere, toda murmuración cesada, que el mundo es oy tan malo que byen dezir es muerte, mal dezir es gloria delectable." Esto sea quanto a mi escusación, por quanto sé byen que sy dixe, que de mí ha de ser dicho; pero de otros muchos dixeron, a los quales non sería digno descalçar su çapato. Dios sea el testigo a cuyo servicio tomé algo dezir e escrevir en esta parte. (Zeus, 68)
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