MASTER EN LITERATURA COMPARADA EUROPEA
El cuento europeo y España
01.- Pedro Alfonso, el primer español autor de cuentos "europeo". La disciplina clericalis en Europa Cuento XV.- Los diez cofres
La II.- De la pecunia encomendada Como vn español passasse para
Meca llegó en Egipto. E conosciendo que avía de andar
por tierras despobladas e desiertas, temiendo los peligros del camino
e robos, deliberó de dexar encomendada la pecunia que tenía
más, allende de lo que le era necessario para yda e venida,
a vn ombre de fe en la tierra de Egipto, el qual era de buena fe e
leal e de grandes perfeciones segund fama de todos, a cuya fe encomendó
XX marcos de plata. E assí se fue a Meca donde acabó
todos sus fechos. E tornando de allá, pidió su plata
de aquel a quien la avía encomendada. La guarda e depositario,
lleno de engaño, negó el depósito, diziendo que
nunca avía solamente visto tal ombre. El español, oydo
esto, se fue muy triste para sus compañeros con quien vino,
de los quales demandaua consejo, por quanto le era negado el depósito
de la plata por el buen ombre e mucho leal encomendero. Oyendo esto
los vezinos e los compañeros en ninguna forma querían
creer, diziendo que aquel ombre era de muchas bondades e virtudes
e muy verdadero, e que en ninguna manera negaría tal cosa.
Por lo qual el español se fue otra vez para él con mucha
humildad e reuerencia, creyendo que assí le induziría
a li tornar su plata. Mas el engañador, quanto más le
rogaua, tanto más gelo negaua, menazándolo e denostándolo
porque de aquella manera lo enfamaua. Lo qual viendo el español,
se tornaua más triste. E encontró con vna vieja vestida
en hábito de religiosa, la qual andaua sobre vn bordón;
esta vieja, viendo aquel estrangero turbado e gemiendo, mouida de
misericordia, le preguntó qué mal avía por que
estaua assí tribulado, el qual le recontó toda su fortuna
por extenso, segund e como le avía acaescido con aquel ombre
de grand fama e leal. La buena vieja le començó esforçar,
diziéndole que tuviesse buena esperança, porque con
la ayuda de Dios, si verdad era lo que él dizía, ella
le entendía de reparar. El español le pregunta: Fábulas de Esopo.Facsímil
de la 1ª edición de 1489.R.A.E. 1929 |