MASTER EN LITERATURA COMPARADA EUROPEA
El cuento europeo y España
01.- Pedro Alfonso, el primer español autor de cuentos "europeo".
Cuento 10: Enxenplo del omne e de la muger e de la vieja e de la perrilla Señor, oí dezir que
un omne e su muger fizieron pleito e omenaje que se toviesen fieldat.
E el marido puso plazo a que viniese, e non vino a él. E estonçes
salió a la carrera, e estando así, vino un omne de su
carrera, e viola e pagóse d'ella, e demandóle su amor.
E ella dixo que en ninguna guisa que lo non faría. Estonçes
fue a una vieja que morava çerca d'ella, e contógelo todo
cómmo le conteçiera con aquella muger, e rogóle
que gela fiziese aver, e que le daría quanto quisiese. E la vieja
dixo que le plazié, e que gela faría aver.
E la vieja fuese a su casa, e tomó miel e masa e pimienta, e amasóla toda en uno, e fizo d'ella panes. Estonçes fuese para su casa de aquella muger, e llamó una perrilla que tenié e echóle de aquel pan, en guisa que non lo viese la muger. E después que la perrilla lo comió, enpeçó de ir tras la vieja, falagándosele que le diese más e llorándole los ojos con la pimienta que avié en el pan. E quando la muger la vio así, maravillóse, e dixo a la vieja: —Amiga, ¿viestes llorar
así a otras perras, así commo a ésta?
Dixo la vieja:
—Faze derecho, que esta perra
fue muger, e muy fermosa, e morava aquí cabo mí, e enamoróse
un omne d'ella, e ella non se pagó d'él, e estonçes
maldíxola aquel omne que la amava, e tornóse luego perra.
E agora, quando me vio, menbrósele d'ella, e començóse
de llorar.
E estonces dixo la muger: —¡Ay, mezquina! ¿Qué
faré yo, que el otro día me vio un omne en la carrera
e demandóme mi amor e yo non quis'? E agora he miedo que me tornaré
perra, si me maldixo. E agora ve, e ruegal' por mí, que le daré
quanto él quesiere.
Estonçes dixo la vieja: —Yo te lo traeré.
E estonçes se levantó la vieja, e fue por el omne. E levantóse la muger e afeitóse; e estonçes se asomó a casa de la vieja, a [ver] si avía fallado aquel omne que fuera a buscar. E la vieja dixo: —Non lo puedo fallar.
E estonçes dixo la muger: —Pues, ¿qué faré
yo?
Estonçes fue la vieja, e falló al omne, e dixo: —Anda acá, que ya fará
la muger todo, todo quanto yo quisiere.
E era el omne su marido e non lo conoscía la vieja, que venía estonçes de su camino. E la vieja dixo: —¿Qué darás
[a quien] buena posada te diere e muger moça e fermosa, e buen
comer e buen bever, si quieres tú?
E él dixo: —¡Par Dios, sí
querría!
Fuese ella delante, e él en pos d'ella, e vio que lo levava a su casa, e sospechó que lo levava a su casa e para su muger mesma, e sospechó que lo fazía así toda vía, quando él saliera de su casa. E la vieja mala entró en su casa e dixo: —Entrad. Después qu'el omne entró, dixo: —Asentadvos aquí.
E católa al rostro. E quando vio que su marido era, non sopo al qué fazer, sinon dar salto en sus cabellos. E dixo: —:¡Ay don putero malo!, ¿esto es lo que yo e vos pusiemos, e el pleito e omenaje que fiziemos? Agora veo que guardades las malas mugeres, e las malas alcauetas. E él dixo: —¡Guay de ti!, ¿qué
oviste comigo?
E dixo su muger: —Dixiéronme agora que
viniés', e afeitéme, e dixe a esta vieja que saliese a
ti, por tal que te provase si usavas las malas mugeres, e veo que aína
seguiste la alcauetería. ¡Mas jamás nunca nos ayuntaremos,
nin llegarás más a mí!
E dixo él: —¡Así me dé
Dios su graçia e aya la tuya, commo non cuidé que me traía
a otra casa sinon la tuya e mía, si non [non] fuera con ella,
e aun pesóme mucho quando me metió en tu casa, que cuidé
que esto mesmo farás con los otros!
E quando ovo dicho, rascós’ en su rostro, e ronpiólo todo con sus manos, e dixo: —¡Bien sé que
esto cuidariés tú de mí!
E ensañóse contra él. E quando vio que era sañosa, començóla de falagar, e de rogar que 1' perdonase, e ella non lo quiso perdonar fasta que 1' diese gran algo. E él mandóle en arras un aldea que avía. E señor, non te di este enxenplo, sinon
a qu'el engaño de las mugeres que non an cabo nin fin. (Ed. Lacarra. Cátedra, 89) |