Literatura Española del Siglo XVII

09.- Teatro barroco

2.3.- Preceptivas sobre teatro.

2.3.5.- Teoría teatral en otros géneros

2.3.5.1.- Poesía: Carlos Boyl: A un lindo que deseaba hacer comedias (1600)

Señor licenciado, cure
las cataratas que ciegan
los ojos, que en la memoria
dan luz a la inteligencia;
porque, curadas, avive
su vigilancia Minerva,
si es que desea saber
el arte de hacer comedias.
La comedia es una traza
que, desde que se comienza
hasta el fin, todo es amores,
todo gusto, todo fiestas.
La tragicomedia es
un principio, cuya tela
(aunque para en alegrías)
en mortal desdicha empieza.
La tragedia es todo Marte,
todo muertes, todo guerras;
que por eso a las desgracias
las suelen llamar tragedias.
La comedia antiguamente
tenía coros y scenas,
pasos y autos; pero agora
en tres jornadas se encierra [estructura]
y cada jornada tiene
cien redondillas, aunque éstas [extensión: unos 1000 versos por jornada]
son de a diez, porque con eso
ni corta ni larga sea
De tercetos y de estanzas
ha de huir el buen poeta,
porque redondillas solo
admiten hoy las comedias.
[polimetría]
Partir una redondilla
con preguntas y respuestas,
a cualquier comedia da
muchos grados de excelencia,
puesto que hay poetas hoy
avaros con tantas veras,
que hacen (por no las partir)
toda una copla mal hecha.
No le ha de doler borrar
una y otra escrita scena;
que quien algunas no borra,
lejos está de la enmienda.
Cuatro figuras en peso [protagonistas]
han de llevar su quimera,
porque es de más artificio
con esto el enredo della.
Hacer la postrer jornada [enredo]
sin acabar la primera,
es señal de que la traza
tiene mucho de perfeta.
Un romance y un soneto [polimetría]
pide solo la que es buena;
lo demás es meter borra
para hinchir vacíos della;
la propiedad de su enredo
(según las cómicas reglas)
negocio ha de ser que acaso
dentro una casa acontezca. [unidad de lugar]
Segunda ni media vez
relatar acaso en ella
lo que se ha dicho al principio
maraña es de ingenio ajena.
El lenguaje el más castizo, [estilo]
y un pensamiento o sentencia
entre cuatro redondillas,
bien se escucha y mejor suena;
porque decir de ordinario,
tras una y otra quimera,
uno y otro pensamiento,
cansa al gusto y no se lleva,
y en ocasión de apretar
un paso de más alteza,
no se logra la costumbre,
cansada de oír sentencias.
El lacayo y la fregona, [criados]
el escudero y la dueña,

es lo que más en efeto
a la voz común se apega.
Una letra, en ocasión [música]
de un paso de gran tristeza
al vulgo, mientras se canta
envuelta en silencio, eleva.
Salir un cómico solo
contando una larga arenga
es ocasión para que
con silbos dentro se vuelva;
que solo, quien solo sale,
por no cansar, en tres letras
su razón ha de decir,

y si en menos, no lo yerra.
La suspensión hasta el fin, [enredo]
el autor de Cariclea
en Teágenes confirma
lo que en esto el gusto alienta;
que conocer al principio
los sucesos del fin della,
ni es de mano artificiosa,

ni es obra de ingenio llena.
Algunos por varios modos [temas]
amor sin guerras condenan,
y otros guerras sin amor.
¡Ay de quien tal gusto templa!
Ellas, pues, habrán de ser
ni tan bravas ni tan tiernas,
que den por uno en lloronas
y den por otro en sangrientas.
Después, licenciado mío,
que estas reglas y artes sepa,
un sujeto escogerá
que dé nombre a su comedia.
Supuesto el fin que el mayor
de los que el aplauso aprueba,
es ver fingir un traidor
un leal, aunque le ofendan,
un perseguido de quien
la persecución desdeña,
un hombre a quien la fortuna
o le sube o le atropella,
un dadivoso Alejandro,
una Eriphile avarienta,
un cruelísimo Nerón,
un pïadosa Fedra;
porque destas circunstancias
el énphasis que se muestra,
suspende, y la suspensión
de un cabello al vulgo cuelga.
Luego de otros atributos,
el panal de sus colmenas,
el abeja de su ingenio
pondrá en la más alta esphera.
Letras, loas y entremeses
buscará de mano ajena
,
porque la propia de todos
como propia se condena.
De don Gaspar Mercader,
conde de Buñol, las letras
serán, porque, siendo suyas,
tendrán gracia y serán buenas;
las loas del gran Ferrer,
que ha de gobernar Valencia,
el divino don Luis
doctísimo en todas ciencias;
el verso, conceptuoso,
y las quintillas perfetas
del culto Ricardo busque,
pero no afecte su estrella.
Y al fin, fin, de espada y capa
dará a las salas comedias,

y al teatro para el vulgo
de divinas apariencias.

Entre los compendios son
de las artes de mi escuela;
apréndalos, y saldrá,
si no cómico, cometa.
Ser esto verdad le juro
por las más que humanas letras
del Arte Amandi de Ovidio;
que así juran los poetas.


Díaz Plaja, Antología mayor de la Literatura Española, III, siglo XVII, 1970