Literatura Española del Siglo XVII

09.- Teatro barroco

2.3.- Preceptivas sobre teatro.

2.3.1.- López Pinciano: Filosofía antigua poética (1596)

[...]porque la comedia es imitación de peores que ellos eran, como dijimos de la tragedia que lo era de mejores.[...] es de saber que como la tragedia fue un retrato de Heráclito, la comedia lo es de Demócrito, y ansí como la tragedia con lástimas ajenas sacaba lágrimas a los oyentes, las comedias con cosas de pasatiempo sacan entretenimiento y risa; y ansí ésta como aquélla llorando y riendo enseñan a los hombres prudencia y valor; porque la tragedia con sus compasiones enseña valor para sufrir, y la comedia con sus risas prudencia para se gobernar el hombre en su familia.
Por esto algunos definen a la comedia deste modo:
- Comedia es fábula, que enseñando afectos particulares, manifiesta lo útil y dañoso a la vida humana.
Hay quien la define a mi parecer mejor, y dice que
- La comedia es poema activo negocioso cuyo estilo es popular y alegre.
Fadrique dijo: Buena me parece por cierto la definición, pero mirad, por vuestra vida, si es mala ésta:
- Comedia es imitación activa, hecha para limpiar el ánimo de las pasiones por medio de deleite y risa [...]
[...] imitación es activa la comedia: por activa se diferencia del poema épico y ditirámbico; y por medio del deleite y risa se distingue y diferencia de la épica y de la tragedia.
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Es la primera de las diferencias que entre la tragedia y la comedia se ponen, que
- la tragedia ha de tener graves personas y la comedia comunes. Y es la segunda que
- la tragedia tiene grandes temores llenos de peligro y la comedia no. La tercera:
- la tragedia tiene tristes y lamentables fines, la comedia no. La cuarta:
- en la tragedia quietos principios y turbados fines; la comedia al contrario. La quinta, que
- en la tragedia se enseña la vida que se debe huir, y en la comedia la que se debe seguir. La sexta, que
- la tragedia se funda en historia y la comedia es toda fábula, de manera que ni aún el nombre es lícito poner de persona alguna, como ya se dijo antes. La séptima, que
- la tragedia quiere y demanda estilo alto, y la comedia bajo [...]
El Pinciano dijo entonces: -Por cierto, señor, yo he visto en comedias muy finas y puras, muchos temores, llantos y aún muertes. Y Fadrique entonces: -Ansí yo también, mas pregunto: ¿esos temores, llantos y muertes son para mover a compasión o para hacer reír?[...] Si algunos oyentes hay tan blandos de carona que lloran en las comedias y los que siendo de buen juicio y espíritu lloran, teniendo conmiseración y lástima, será por ser la acción más trágica y triste de lo que convenía para comedia. Ansí que los tales sentimientos, o son por demasiado sentido del oyente, o porque el poeta, dejando de guardar la perfección cómica, resbaló en la trágica.
[...] las tragedias también suelen tener alegres fines. Fadrique respondió: -Sí, mas no la comedia tristes jamás [...] De manera que el fin alegre o triste no diferencia y distingue a la tragedia o comedia [...] en el añudamiento y perturbación de la cual fábula está la diferencia esencial. [...]
Esto es lo que en suma siento de las especies cómicas, digo de la comedia, y partes della esenciales; y en lo que toca a las cuantitativas, es de saber que la comedia, como la tragedia, son una cosa misma, porque, así como ésta, tiene principio, medio y fin, ñudo y soltura, prótasis, epítasis, catástasis y catástrofe, y en ellas actos cinco y lo demás que es dicho [...]
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La fábula cómica ha de tener cinco actos, como poco ha dijimos, y en lo cual conviene con la trágica. La segunda es también común a las acciones dramáticas, y es que cada persona no salga más de cinco veces al teatro en toda la acción, que viene a ser en cada acto una vez. Y desta manera quedan las entradas mezcladas [...] Sea la tercera condición que en la escena no salgan de tres personas arriba, y si saliere la cuarta, esté muda [...]. La cuarta, cundo saliere alguna imitación de músicos a dar música, no haya más que una persona fuera de los músicos y si hubiere alguna otra, esté como acechando para algún fin. La quinta, que toda la acción se finja ser hecha dentro de tres días, en todas las cuales condiciones conviene con la tragedia. Ugo dijo aquí: -Pues el Filósofo no da más que un día de término a la tragedia. Fadrique se sonrió y dijo: -Ahora bien, los hombres de aquellos tiempos andaban más listos y agudos en el camino de la virtud, y así el tiempo que entonces bastó, ahora no basta; bien me pareció lo que algunos han escrito, que la tragedia tenga cinco días de término y la comedia tres, confesando que cuanto menos el plazo fuere terná más de perfección, como no contravenga a la verosimilitud la cual es el todo de la Poética imitación, y más de la cómica que de otra alguna.

Díaz Plaja: Antología mayor de la Literatura Española, 1970