3.4.1.- Aspectos plásticos:
seducción de los sentidos y aspectos teológicos
El Auto Sacramental
se vale de la alegoría para hacer comprensible a un público
masivo y heterogéneo los misterios más complejos
de la teología.
La iglesia católica
utilizaba imágenes aparentemente cotidianas para evocar
otras imágenes espirituales mediante símbolos muy
visuales. Así, para un católico de la época
(y para la mayoría en la actualidad) un cuadro que para
otros espectadores podía ser de género se interpretaba
como símbolo de Jesucristo, el Cordero de Dios; la identificación
está en el título del cuadro:
Zurbarán: Agnus Dei (1635-40)