Literatura Española del Siglo XVII

09.- Teatro barroco

 

10.- LOPE DE VEGA

LA DOROTEA

Acto IV, escena 2ª

LUDOVICO.-

… mostradme el soneto que le traíades.

CÉSAR.-

Es en la nueva lengua.

LUDOVICO.-

No importa, yo sé un poco de griego.

CÉSAR.-

Pululando de culto, Claudio amigo,
Minotaurista soy desde mañana;
Derelinquo la frasi castellana,
Vayan las Solitúdines conmigo.

Por precursora, desde hoy más me obligo
Al aurora llamar Bautista o Juana,
Chamelote la mar, la ronca rana
Mosca del agua, y sarna de oro al trigo.

Mal afecto de mí, con tedio y murrio,
Cáligas diré ya, que no griguiescos,
Como en el tiempo del pastor Bandurrio.

Estos versos, ¿son turcos o tudescos?
Tú, letor Garibay, si eres bamburrio,
Apláudelos, que son cultidiablescos.

Acto IV, escena 3ª.

Aquí incluye Lope su epitafio a Bonamí y otro dedicado a una dama alta y flaca, llenos de hipérboles

JULIO.-

El poeta Serpentortio Proculdubio hizo un epitafio a Bonamí, un criado de su majestad, monstro hermoso de la naturaleza, pues en la mayor pequeñez que puede alcanzar el pensamiento, era perfectísimo, como la nuez de aquel escritor raro en que puso toda la Ilíada de Homero.

CÉSAR.-

Di, Julio, el epitafio.

JUL.-

Ten el paso, caminante,
A ver lo que no has de ver;
Aunque si tienes que hacer,
Puedes pasar adelante.
Pero si verlo te place,
Tan pequeño yace aquí
El átomo Bonamí,
Que no se sabe si yace.

Pero sin detener los caminantes, al sepulcro de una dama muy alta y muy flaca dijo el maestro Burguillos [Burguillos es uno de los seudónimos de Lope]:

Doña Madame Roanza
Tan alta y flaca vivía,
Que mandó su señoría
Enterrarse en una lanza.
Y aun hubo dificultad,
Porque lo alto faltó,
Y de lo ancho sobró
La mitad de la mitad.