179.- CARTA DE ESCARRAMÁN A LA MÉNDEZ
Ya está guardado en la trena
Tu querido Escarramán,
Que unos alfileres vivos
Me prendieron sin pensar.
Andaba a caza de gangas,
Y grillos vine a cazar,
Que en mí cantan como en haza
Las noches de por San Juan.
Entrándome en la bayuca,
[taberna]
Llegándome a remojar
Cierta pendencia mosquito,
Que se ahogó en vino y pan,
Al trago sesenta y nueve,
Que apenas dije «Allá va»,
Me trajeron en volandas
Por medio de la Ciudad.
Como al ánima del sastre
Suelen los diablos llevar,
Iba en poder de corchetes
Tu desdichado jayán.
Al momento me embolsaron
Para más seguridad
En el calabozo fuerte
Donde los Godos están.
Hallé dentro a Cardeñoso,
Hombre de buena verdad,
Manco de tocar las cuerdas
Donde no quiso cantar.
Remolón fue hecho cuenta
De la sarta de la Mar,
Porque desabrigó a cuatro
De noche en el Arenal.
Su amiga la Coscolina
Se acogió con Cañamar,
Aquel que sin ser San Pedro,
Tiene llave universal. [...]
Y otra mañana a las
once,
Víspera de San Millán,
Con chilladores delante
Y envaramiento detrás
A espaldas vueltas me dieron
El usado centenar,
Que sobre los recibidos
Son ochocientos y más.
Fui de buen aire a caballo,
La espalda de par en par,
Cara como del que prueba
Cosa que le sabe mal;
Inclinada la cabeza
A Monseñor Cardenal;
Que el rebenque sin ser Papa, [látigo]
Cría por su potestad.
A puras pencas
se han vuelto [azotes]
Cardo mis espaldas ya,
Por eso me hago de pencas
En el decir y el obrar.[...]
Envíanme por diez años
¡Sabe Dios quién los verá!
A que, dándola de palos,
Agravie toda la Mar.
Para batidor del agua
Dicen que me llevarán,
Y a ser de tanta sardina
Sacudidor y batán.
Si tienes honra, la Méndez,
Si me tienes voluntad,
Forzosa ocasión es ésta
En que lo puedes mostrar.
Contribúyeme con algo,
Pues es mi necesidad
Tal, que tomo del verdugo
Los jubones que me da;
Que tiempo vendrá, la Méndez,
Que alegre te alabarás
Que a Escarramán por tu causa
Le añudaron el tragar.
A la
Pava del cercado,
A la Chirinos, Guzmán,
A la Zolla y a
la Rocha,
A la Luisa y la
Cerdán,
A Mama,
y a Taita el viejo,
Que en la guarda vuestra están,
Y a toda la gurullada [rufianes]
Mis encomiendas darás.
Fecha en Sevilla, a los ciento
De este mes que corre ya,
El menor de tus Rufianes
Y el mayor de los de acá.
(TERPSICHORE
MUSA V, Xácaras en romance)
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180.-
RESPUESTA DE LA MÉNDEZ A ESCARRAMÁN
Con un
menino del Padre,
(Tu mandil y mi avantal), [criado de
rufián y delantal]
De la cámara del golpe, [cárcel]
Pues que su llave la trae,
Recibí en
letra los ciento
Que recibiste, jayán,
De contado, que se vían
Uno al otro al asentar.
Por matar la sed te has muerto;
Más valiera, Escarramán,
Por no pasar esos tragos
Dejar otros de pasar.
Borrachas son las pendencias,
Pues tan derechas se van
A la bayuca, donde hallan,
Besando los jarros, paz.
No hay cuestión ni
pesadumbre
Que sepa, amigo, nadar;
Todas se ahogan en vino,
Todas se atascan en pan.
Si por un
chirlo tan sólo
Ciento el verdugo te da,
En el dar ciento por uno
Parecido a Dios será.
Si tantos verdugos
catas,
Sin duda que te querrán
Las Damas por verdugado
Y las Izas por rufián. [rameras]
[...]
Quéjaste de ser forzado,
No pudiera decir más
Lucrecia del rey Tarquino,
Que tú de su Majestad.
Esto de ser galeote
Solamente es empezar,
Que luego, tras remo y pito,
Las manos te comerás.
Dices que te contribuya,
Y es mi desventura tal
Que si no te doy consejos,
Yo no tengo que te dar.
Los hombres por las mujeres
Se truecan ya taz a taz,
Y si les dan algo encima,
No es moneda lo que dan.
No da nadie sino a censo,
Y todas queremos más
Para galán un Pagano,
Que un Cristiano sin pagar. [...]
Aquí derrotaron juntos
Coscolina y Cañamar,
En cueros por su pecado
Como Eva con Adán.
Pasáronlo honradamente
En este honrado lugar;
Y no siendo picadores, [ladrones de
ganzúa]
Vivieron pues de hacer mal.
Espaldas
le hizo el verdugo,
Mas debióse de cansar,
Pues habrá como ocho días
Que se las deshizo ya.
Y muriera como Judas,
Pero anduvo tan sagaz,
Que negó —sin ser San Pedro—
Tener llave universal. [...]
Tiénenos muy lastimadas
La justicia, sin pensar
Que se hizo en nuestra Madre,
La vieja del arrabal,
Pues sin respetar las tocas
Ni las canas ni la edad,
A fuerza de cardenales
Ya la hicieron obispar.
Tras ella, de su motivo,
Se salían del hogar
Las ollas con sus legumbres;
No se vio en el mundo tal,
Pues cogió más
berenjenas
En una hora, sin sembrar,
Que un hortelano morisco
En todo un año cabal. [...]
Aunque no de Calatrava
De Alcántara ni San Juan,
Te envían sus encomiendas
[recuerdos]
La Téllez, Caravajal,
La Collantes valerosa,
La golondrina Pascual,
La Enrique mal degollada,
La Palomita torcaz.
Fecha en Toledo
la rica,
Dentro del pobre Hospital,
Donde trabajos de entrambos
Empiezo ahora a sudar.
(TERPSICHORE
MUSA V, Xácaras en romance)
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